Ayer Google presento la preview de Android L, la nueva versión de Android de la que tanto hemos hablado e incluso hemos hecho una primera valoración de su apartado gráfico. La gran duda es si esta es la revolución de Android que tanto estábamos esperando.
Hace unos meses, en la presentación de Android 4.4 Kit Kat, me quejaba de la última versión de Android, a pesar del revuelo montado por su nombre, no traía grandes cambios. Es decir, que Android estaba evolucionando lentamente desde la versión 4.0 y no veíamos una gran revolución en las versiones que se iban presentando. Y lo echábamos de menos.
Android L, un gran avance visual
Lo primero que destaca de Android L es que estamos ante un gran avance en el aspecto visual. Han rediseñado profundamente el concepto de interacción con el móvil gracias a Material Design y esto se nota en los vídeos que hemos podido ver. Estamos ante una revolución completa en este aspecto y creo que no va a dejar indiferente a nadie.
Puedo entender que hubiera gente que dijera que Android era feo antes de Android 4.0. No lo entiendo mucho si lo dicen de las versiones actuales de Android, la verdad. Pero que alguien dude del apartado visual de Android L es de locos. Los detalles están cuidados al máximo detalle, píxel a píxel, y creo que por fin Android se podrá quitar su famoso sambenito.
Cambios también en interacciones fundamentales
Pero la cosa no se queda ahí. Android L es también una evolución en muchos aspectos fundamentales, como por ejemplo las notificaciones (con presencia de estas en la pantalla de desbloqueo o las notificaciones emergentes), nueva forma de desbloqueo si tienes un dispositivo Android Wear o la nueva forma de mostrar la multitarea.
También tenemos mejoras del rendimiento, por ejemplo con el cambio definitivo a ART en lugar de Dalvik como máquina virtual o el proyecto Volta para mejorar la duración de la batería, una de las grandes peticiones de los usuarios de Android desde el comienzo del sistema.
Es decir, tenemos novedades para aburrir, desde la interacción más básica con el terminal hasta aspectos internos que mejorarán nuestra experiencia de uso sin que en principio sea tan visual.
Estamos ante la revolución, esperemos que sea buena
Mi conclusión es que sí, Android L es la revolución que le estábamos pidiendo a Google desde hace tiempo. Ya basta de avances incrementales, cada cierto tiempo tiene que haber pequeñas revoluciones o te quedas estancado. Y la revolución ha llegado.
Ahora bien, esperemos que sea lo que estábamos buscando. Aunque yo pedía una revolución, ahora tiene que gustar a los usuarios. El aspecto gráfico, por ejemplo, me parece detallista, precioso y muy elaborado, pero las transiciones me parecen algo efectistas. No sé si cansarán con el uso (me recuerdan un poco a Windows 8 y no acaban de gustarme).
Las notificaciones estaban bien y no sé si me apetece tenerlas en la pantalla de desbloqueo, espero que sea configurable. Y lo mismo digo de las notificaciones emergentes, que no acaban de ser de mi agrado (a pesar de que los fans de Paranoid Android dicen que son excelentes, yo en cambio no estoy tan convencido).
En definitiva, Android L es una revolución, marca un antes y un después, al igual que Ice Cream Sandwich lo fue. Esperemos que los cambios sean a mejor y tengamos un sistema operativo móvil mejor y adaptado a su tiempo.
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