La apuesta por un sistema operativo intuitivo y estable hace que cada vez veamos más televisores con Android TV a la par que nos encontramos también con Chromecast con Google TV para dotar de un sistema inteligente a televisores que no lo son o que sencillamente no gustan por su sistema operativo. Y así es como se enfrentan dos dispositivos con dos presumibles sistemas operativos.
En esencia hay que decir que existen muchas semejanzas entre ellos, dado que al final Android TV y Google TV son (y parten) el mismo sistema operativo. Sin embargo, pese a ello los sistemas ofrecen algunas diferencias que, sumadas a las del hardware, dejan dos opciones bien distintas a la hora de optar por uno u otro.
El precio ya es un factor diferencial, lógicamente
No hace falta que digamos que un televisor completo, sea de mayor o menor rango, será al final más caro que un Chromecast, por mucho que este último lleve un sistema operativo como Google TV. El televisor al final no sólo lleva un sistema como Android TV, sino también el resto del hardware relativo a la pantalla y al sonido.
Por tanto, es importante tener claro que son dispositivos complementarios, pero en ningún caso iguales. Con un televisor que tenga Android TV, podrás navegar por un completo sistema operativo gracias a su pantalla. Con un Chromecast con Google TV, no, dado que exigirá que lo conectes a un televisor.
Diferente versión de Android en la que se basan
Ya hemos hablado en alguna ocasión de los parecidos y diferencias entre Android TV y Google TV. Al inicio de este post ya dejábamos caer algo importante y es que ambos son sistemas operativos Android, siendo realmente Google TV algo así como un launcher de Android TV.
El caso es que Google es quien desarrolla Android y también los propietarios de los Chromecast, de ahí que por norma general un Chromecast se actualice más a menudo que un televisor con Android TV. En ese último caso dependerá también del fabricante del aparato, como sucede en los smartphones.
Por desgracia, la política de actualizaciones de televisores no es tan buena como en la mayoría de móviles, tampoco hay tanta transparencia a la hora de saber cuantos años actualizará un televisor. Por ello hemos llegado a ver incluso televisores recientes de alta gama con versiones ya antiguas de Android TV o que, aunque sea actual cuando salen, no actualicen mucho más.
Si bien no hay grandes cambios anuales en un sistema tan orientado al consumo como es Android TV, no deja al final de ser un elemento diferencial y relevante en comparación con los otros. Y es que los Chromecast suelen actualizar más años su software y son además de los primeros en recibirlos cuando salen.
Aplicaciones preinstaladas: ¿bloatware? del fabricante
De serie, en Android TV y Google TV aparecen algunas aplicaciones básicas del sistema. No obstante, en Google TV se limitan a esas, mientras que los televisores con Android TV traen apps propias del fabricante y puede que hasta más debido a acuerdos comerciales que haya establecido con terceros.
Por ejemplo, si el televisor es compatible con algún estándar de sonido avanzado, suele ser frecuente ver aplicaciones en las que probarlo y/o configurarlo. Así mismo, también aplicaciones de terceros de todo tipo y que en cierto modo podríamos considerar como bloatware similar al de los móviles.
Por suerte, y nuevamente como sucede en los smartphones, la mayoría de apps preinstaladas de Android TV se pueden borrar. En algunos casos no, pero siempre se pueden deshabilitar para impedir que ocupen más espacio, dado que, como veremos más adelante, este puede ser también un problema.
Resolución de la imagen y sonido
La resolución de la imagen, HD, FullHD, 4K u 8K se puede encontrar en muchos televisores con Android TV. El estándar está ya en 4K, aunque al final dependerá del modelo en cuestión. En los Chromecast con Google TV hay modelos HD y 4K. En principio partimos en igualdad de condiciones, dado que podrás comprar el dispositivo con soporte para la resolución que quieras disfrutar.
Sin embargo, hay ciertas dudas que, aunque con respuestas sencillas, pueden no ser tan evidentes para algunos. Si tienes un televisor HD, dará igual que le compres un Chromecast con 4K, dado que seguirá arrojando imagen HD. Por otro lado, si el Chromecast es HD, será esa la máxima resolución que obtengas aunque el televisor admita hasta 4K.
Por si fuese poco, también nos encontramos con otra evidente diferencia derivada del hardware en lo que a sonido respecta. Un televisor con Android TV tendrá un sonido limitado al que tenga el propio televisor, mientras un Chromecast no ofrece sistema de sonido. Sí ofrece este último una amplia compatibilidad con sistemas de sonido avanzados, pero por sí mismo no sirve para reproducir audio.
Lo que sí es posible en cualquier caso es conectar barras de sonido y otros sistemas de audio al televisor para mejorar la experiencia. Si tienes conectado un Chromecast con Google TV a este, los reconocerá de igual forma que un televisor que lleve Android TV nativo. Y aquí también hacemos referencia al uso de auriculares Bluetooth, compatibles con ambos sistemas.
Puede que la interfaz sea distinta en ambos casos
Ya hay cada vez más televisores con Android TV cuya interfaz es la misma que la de Google TV. De hecho, existen formas de instalar la interfaz con el diseño de Google TV. Sin embargo, seguimos encontrando algunos televisores que mantienen el diseño de Android TV y por tanto es diferente a lo que vemos en un Chromecast con Google TV.
No es que haya grandes diferencias a nivel de funcionalidad. Como decíamos ya anteriormente, son al final Android en ambos casos. Sin embargo, la apariencia se ve ligeramente distinta, dado que Google TV se caracteriza por un sistema de recomendaciones del que carece de serie Android TV, haciendo que incluso en su modo 'sólo aplicaciones' se vean diferentes.
Otro ejemplo de cambios entre ambas es la tienda de aplicaciones está algo escondida en los Chromecast. Evidentemente existe, pero el acceso a Google Play en Google TV no se hace mediante el icono de la misma, sino con otras formulas como usar el comando de voz para pedir que se abra o directamente buscar una app para descargarla.
Los comandos de voz son claves en Google TV
Sí, se puede usar perfectamente un Chromecast con Google TV sin necesidad de usar un solo comando de voz. Sin embargo, es un sistema que promueve que nos manejemos con la voz para prácticamente todo. Desde pedirle que descargue aplicaciones como explicábamos en el anterior caso, hasta pedirle que abra aplicaciones o reproduzca un contenido determinado.
Por otro lado, en Android TV se pueden usar estos comandos, pero no siempre. No tanto porque no sean efectivos para lo mismo, sino porque algunos de los televisores que lo incorporan no tienen ni siquiera micrófono para escucharnos.
Diferente estilo del control remoto
En un televisor con Android TV encontrarás un mando a distancia muy similar al de un televisor "de toda la vida". Casi todos incorporan los clásicos botones numéricos para ver la TDT, los de volumen y alguno más orientado al desplazamiento y otras funciones.
Por otro lado, el mando de los Chromecast con Google TV es más sencillo, aunque no tiene por qué ser mala noticia. Es minimalista a más no poder ofreciendo únicamente los botones de navegación, de volumen, de apertura de Google Assistant y poco más, lo suficiente para hacer uso del sistema.
Ahora bien, que el mando sea grande como en las teles con Android TV tiene también ventajas. La principal que se nos ocurre es la de poder remapear los botones de Android TV añadiendo accesos directos aparte de los que ya vienen prestablecidos. Que en el mando del Chromecast también, pero al final está mucho más limitado por la poca cantidad de botones.
Lo que sí comparten ambos, aunque en este caso sin atajos ni nada parecido, es que se pueden controlar con un smartphone. Aquí da igual que sea Android o un iPhone, ya que se gestiona desde la aplicación de 'Google Home'.
La memoria interna suele ser problemática en ambos casos, aunque peor en televisores
Un Chromecast con Google TV suele tener unos 8 GB de almacenamiento. Si bien puede ser suficiente en muchos casos, lo cierto es que se antojan como insuficiente para muchos usuarios.
Si vamos al otro punto, los televisores suelen tener aún menos espacio. No hay un estándar claro, pero no es complicado encontrarse con televisores de gama media-alta que partan con apenas 4 GB de almacenamiento. En estos casos, el problema se agudiza aún más, teniendo que estar de forma casi constante recurriendo a las técnicas para ahorrar espacio en Android TV. También se puede hacer con aplicaciones de calidad.
Afortunadamente, siempre se puede conectar alguna memoria externa, ya sea en formato pendrive o disco duro externo. Si bien mediante un dongle el Chromecast debería admitirlo, sí debemos decir que en el caso de los televisores con Android TV suele ser más sencillo al no tener tantos accesorios enganchados, ofreciendo una mayor facilidad por sus puertos.
Así, si tienes dudas sobre si te conviene más comprar un televisor con Android TV o uno que no lo tenga y comprar aparte un Chromecast, ya verás que las diferencias pueden ser más que notables. Ahora bien, la experiencia de uso en la mayoría de casos suele ser similar, por lo que tampoco es que hablemos de dos mundos completamente diferentes.
Otra solución podría ser la de optar por un televisor con Android TV y sumarle un Chromecast con Google TV. No vas a poder fusionar ambos sistemas en uno solo y también es más tedioso gestionar los dos, pero en cierto modo podría ser una solución para tener lo mejor de ambos mundos.
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