Ambiente enrarecido el que se vive en China a colación de los teléfonos móviles. Buen ejemplo de ello es la batalla del país contra Apple como parte de lo que previsiblemente es un capítulo más de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Por suerte, hay también noticias algo más positivas, al menos sobre el papel y en lo que a Huawei y Xiaomi se refiere.
Ambas marcas, competidoras en mercado chino y global, llevaban años con litigios a costa de lo que una y otra consideraban infracciones de patentes. Sin embargo, esta misma semana se anunció un histórico acuerdo entre ambas que pone fin a esta guerra.
Un acuerdo internacional cuyo impacto está aún por verse
Vamos camino de tres años desde que sonaron los primeros tambores de guerra (judicial) entre Huawei y Xiaomi. Fue en mayo de 2021, momento en el que se conoció que esta primera había demandado a la segunda por lo que ellos consideraban una infracción de sus patentes. Con el tiempo, el litigio se fue alargando y surgiendo otros.
Xiaomi también demandó a Huawei por causas similares. Y es que siempre han tenido la infracción de patentes de una y otra en el punto de mira. Y todo hasta desembocar en un acuerdo anunciado esta semana, pero que a buen seguro llevará tiempo fraguándose.
Tal y como confirmó Huawei en lo que parece ser un comunicado conjunto, ambas compañías han llegado a un acuerdo de reconocimiento y respeto de la propiedad intelectual. Con esos términos se expresaba Ran Xu, máximo mandatario de la sección de negocios corporativos de Xiaomi, siguiendo una idea similar a su homólogo de Huawei, Alan Fen. Este último comentó además que un acuerdo de este calibre ayudará a “mejorar la inversión e investigación de futuras tecnologías de comunicaciones móviles”.
Ahora bien, igual que nunca se desvelaron con exactitud las patentes concretas reclamadas por unas y otras, tampoco han arrojado demasiado detalle sobre este acuerdo. Se entiende que, como vimos en otros acuerdos similares, ambos usarán tecnologías del otro. Con sus respectivos pagos o reportes de ganancias, claro.
El caso es que aún hay dudas acerca de en qué beneficia o perjudica al usuario un acuerdo así. Si es que no es ambas, dado que por una parte es previsible que ayude a poder beneficiarse de tecnologías móviles en cualquiera de las marcas, pero por otra puede suponer un frenazo a la innovación de ambas. Al menos sabemos que para ambas compañías supone liberar esfuerzos en batallas judiciales en un momento en el que, como indicábamos al inicio, la tensión se podría cortar con un cuchillo.
Vía | Xataka Móvil
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