Llena de excesos y mala baba, está repleta de ironía, humor sutil y hasta una caricatura al 'Me Too'
Entre que no soy una persona que se siente delante de la tele a ver qué hay y esté dispuesta a tragarse cualquier cosa y que desde hace un par de años lo del streaming se ha puesto por las nubes... entiéndeme, no es que una suscripción sea cara, es que la oferta está tan atomizada que si quieres tenerlo todo, como ya casi no se puede compartir cuenta, te sale por un pico al mes. Así que soy una consumidora de streaming de maratones, atracones y recomendaciones.
Vamos, que mañana me doy de alta en un servicio, lo aprovecho viendo lo que tengo pendiente y me interesa y al mes siguiente causo baja y pico con otra plataforma. Pues bien, en los próximos días ya tengo claro cuál va a ser mi suscripción del mes de febrero y el motivo: ver la película que más dio que hablar en 2024.
'La sustancia' llega al streaming
Cuando parecía que Demi Moore ya estaba de vuelta de todo (sin lugar a dudas, porque también le estaba pasando lo que a la protagonista de la película), retorna por todo lo alto y se corona de una vez por todas con 'La sustancia' de la mano de Coralie Fargeat, una directora que tengo en el radar desde 'Revenge' porque me gusta tanto su temática como su visceralidad porque sí, 'La sustancia' es una oda a visceralidad sin llegar a ser gore.
Eso sí, reconozco que cuando la vi en el cine tuve que taparme la cara un par de veces. Pero que esa forma tan peculiar y exagerada de llevar las cosas hasta un extremo absurdo y el desbarre no oculte la auténtica razón de ser de esta película: esa maquinaria implacable e insaciable de la mujer siempre bella, delgada y joven en la que socialmente nacemos, crecemos bombardeándonos desde el principio y con más intensidad pasamos ese peak de los veintipocos y hasta que morimos.
Una especie de 'Retrato de Dorian Gray' que se sucede de forma trepidante entre pactos, inyecciones y focos y entre las dos actrices, la soberbia Demi Moore apagándose y una Margaret Quarelly en sus días de vino y rosas en los que todo le sonríe, se come el mundo y tiene la admiración de esos carcamales que dirigen la industria. Para esos sí que no pasa el tiempo y siguen cortando el bacalao aunque estén decrépitos. Hay escenas que son un auténtico guiño a quienes estamos retorciéndonos al otro lado de la pantalla.
El halo ochentero es un continuo en la película que se hace más que evidente cuando llega el momento de la explosión del látex y fluidos. Dos horas y media que comienzan enganchando y terminas deseando que acabe por lo corrosivo y lo grotesco, rozando la serie B.
Pero que no engañen los efectos especiales y ese hincapié de la autora en detenerse en lo más escabroso con toda su mala baba, 'La sustancia' es una película tan excesiva como imprescindible por su humor, ironía y hasta su caricatura del Me Too. Sus excesos me impactaron tanto que no tengo dudas: volveré a disfrutarla en casa los próximos días. A partir del 31 de enero estará disponible en Movistar Plus+ y en Filmin.
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