Tener IA en el móvil está bien, pero un agente es mucho mejor. Magic AI de Honor me ha parecido tan útil como impresionante

Si la IA es la evolución de los asistentes personales, los agentes serán la próxima frontera en la interacción con los dispositivos. Y pude probar uno de los primeros en llegar al smartphone: Honor Agent AI. Pedirle que interaccione con el móvil, o que consiga reservar en un restaurante, es un proceso que no requiere más que una orden.

El MWC 2025 llegó a su fin, pero aún queda valorar todos los posos que fue dejando. La feria aflojó en cuanto a novedades de cacharros, pero sigue ofreciendo motivos de asistencia para alguien a quien le gusta la tech. Uno de ellos lo encontré en Honor, allí pude probar el destino al que se dirige la IA actual: convertirse en agente. Verlo trabajar es sorprendente.

IA que interacciona con el teléfono y con el mundo real

Pedirle a un chatbot como ChatGPT o Gemini que busque un dato concreto es algo habitual, también que resuelva problemas o cree imágenes. Gemini en Android también puede hacer algunos ajustes básicos en el teléfono, pero Google aún no le otorgó poder para cambiar cosa del teléfono con pedirlo. Ahí es justo donde apunta Honor.

El agente IA de la marca no es nuevo, ya que Honor lleva unos meses con él en China (YOYO Agent). Sí que es una novedad la integración que la marca logra para el mercado internacional: el modelo se apoya en la gestión a nivel local de Qualcomm y en los servidores de Google Cloud para dar respuesta a las necesidades del usuario. Con unos poderes ampliados, justo donde más útil se vuelve un agente.

La idea es que podamos expresar cualquier petición relacionada con el móvil y/o las apps y que Honor Agent AI se encargue de resolver la petición incluso aunque el usuario no sepa cómo realizar las configuraciones. Por ejemplo, probé a decirle al móvil que el brillo de la pantalla estaba demasiado alto. Y él se encargó no solo de explicarme cómo cambiarlo, automáticamente hizo los pasos y lo redujo.

Honor Agent AI no solo resuelve las peticiones o realiza configuraciones, toda la acción la hace de manera visible para que el usuario sepa qué está tocando y cómo se modifica el móvil para aprender el proceso. Aún tiene capacidades limitadas, pero, por lo que pude probar, ya se desenvuelve con mucha soltura.

«Búscame una mesa para dos, quiero cenar comida india esta noche»

Pedir una mesa con comida concreta no entraña excesivo misterio, sí un proceso que puede demorarse unos cuantos minutos. Y que implica buscar restaurantes cercanos, comprobar horarios, disponibilidad, tipos de comida... El agente lo hace todo por sí mismo.

Probé a pedirle a Honor Agent AI una mesa para dos en un restaurante indio. En primer plano abrió la app de reserva, buscó lugares cercanos a la ubicación, seleccionó el horario que le dije, cribó por tipo de comida y por la calificación. Tras el proceso, que pude ver de manera transparente, tuve la mesa a punto para reservar con un toque.

No era una demo, aunque tampoco un software que esté listo para aterrizar de forma comercial en los Honor Magic. Cuando se asiente, Honor Agent AI podrá buscar cualquier ajuste en el teléfono y aplicarlo, será capaz de ofrecer un servicio de asistencia personalizado y encargarse de tareas automáticamente dejando en manos del usuario el ok definitivo. Es el paso siguiente para todas las IAs que llegaron a nuestros smartphones.

Imagen de portada | Iván Linares

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